4G móvil: ¿Pensada para el hombre?












Cuando el siglo XIX comenzaba su periplo, la industria de las telecomunicaciones calentaba la oreja a de las operadoras y medios de comunicación para preparar el camino de la 3G. El sector que apenas salía de la era análoga ya debía iniciar una nueva evaluación tecnológica de una tecnología que se visualizaba para un mundo mucho más evolucionado en términos de uso de los recursos telemáticos.

Las operadoras GSM europeas invirtieron millones de dólares en una tecnología de futuro, la llamada UMTS, que daría el soporte a muchos de los servicios que de cara al futuro comenzarían a necesitar los usuarios. El tiempo demostró que la industria sobre dimensionó sus expectativas. La 3G no generó la conmoción que se esperó y se tuvo que exprimir al máximo las capacidades de la 2.5 G.

En Venezuela, la realidad fue distinta. El país tuvo un crecimiento prudente de sus tecnologías telemáticas. Las operadoras fueron adecuándose a los nuevos escenarios con servicios adaptados al mercado que paso a paso fueron haciendo madurar al mercado. En esa evolución el país tuvo la ventaja de disfrutar de dos maneras de ver el mundo móvil. El mercado CDMA, mayoritario en el país y el GSM. La diversidad permitió que en el país se tuvieran tecnologías de avanzada, muchas de ellas como la EvDo, lanzada en 2005, inició la etapa 3G en el país. Lo hizo sin mayores anuncios, sin presiones, y sin adecuarse a otros contextos. Llegó por la suma de dos necesidades: operadoras que querían diferenciarse, usuarios que aprendieron a tener video streaming, tv móvil y acceso a internet.

Repentinamente, y al haber una decisión general de nuestras operadoras de apostar al estándar GSM, dadas las escalas. Se sentenció a EvDo. A cuatro años del lanzamiento de la red de alta velocidad, se promocionó la UMTS y la HSPDA como las tecnologías de avanzada. Se retrocedió y nadie dijo nada.

Ahora, cuando la 3G es una realidad común, comienza repetirse la historia de hace una década. La industria habla de 4G, especialmente de LTE, la evolución de UMTS avalada por la 3GPP y buena parte de las empresas europeas que apostó al estándar 3G. Descarta de entrada a WiMAX y supone un futuro fantástico de acceso a internet banda ancha desde cualquier dispositivo.

Se descartan las necesidades actuales de buena parte de la población. La prioridad es la economía de escala, y aprovechar las inversiones de grandes operadores como Verizon y DoComo para dar el toque definitivo y enrumbar una tecnología que no evalúa la realidad presente si no la futura de algún país, con realidades distintas.

De forma similar al pasado. Se habla de 4G como una tecnología desconocida, cuando es una realidad en buena parte del mundo, en especial en Asia, donde se atendió la necesidad del usuario como tema prioritario.

De no hacerlo, se cometerá un nuevo error. Se dejará insatisfecha una necesidad creciente del mercado y la industria pagará las consecuencias al no ofrecer lo que el mercado demanda. Si es WiMAX o LTE el estándar que domine el mundo móvil del futuro es lo menos relevante. Lo importante, es que cualquier concesión de espectro, cualquier inversión de recursos en infraestructura considere primero al consumidor en sus diversas necesidades. Para algunos la banda ancha móvil los llevará a una mayor productividad; para otros será el primer paso para la alcanzar la equidad digital. Esa necesidad está latente hoy día ¿Por qué retrasarla?

A partir de esta edición Hormiga Analítica realizará una serie de reportajes sobre el importante tema de la 4G. Expertos y promotores de las dos tecnologías expondrán sus puntos de vista y dirán si verdaderamente la industria comienza a entender al mercado o trata de imponer su criterio

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