¿Qué pasó Steve?


Steve Jobs y toda la junta directiva de Apple pagarían lo que les pidieran si alguien les explicara cómo un producto que pasó los mismos controles de calidad que sus primos menores llegara al mercado con el mote de indestructible y que ahora amenaza con ser retirado del mercado, por lo menos en su primera versión.

Un traspiés que seguramente sufren otros fabricantes, pero, al tratarse de Apple se magnifica, dado el altor perfil de sus productos, el récord de imbatibilidad que tiene desde la llegada del iPod y el ya acostumbrado estilo de Jobs de colocar a sus productos en el tope tecnológico de la industria.

Poco o nada se dice ahora del iPhone 4, un equipo poderoso, catalogado hace apenas un mes, como el mejor equipo celular del mundo. Una genialidad que integraba redes WiFi y 3G en un hardware delgado. Quizás fue mucha tecnología junta que no pudo prever fallas en un principio simple de los celulares: garantizar las llamadas de voz.

El detalle, simple, que aun no consigue explicación trae ya consecuencias para Apple. La crítica norteamericana muy sensible ante los temas de control de calidad, no dudó en descalificar la falla, pero sobre todo, la respuesta de Steve Jobs, que se consideró arrogante, simple y nada sacrificada para la compañía.

La más contundente fue la revista Consumer Report, que se declaró incapaz de recomendar el iPhone 4 debido a su pobre señal y dijo no aconsejar comprarlo hasta que "haya una solución permanente y gratuita al problema de la antena". Tras la publicación, el valor de mercado de Apple cayó US$ 9,9 mil millones. Esto hizo surgir un clamor en sitios de tecnología como CNET que declararon que la mejor opción sería retirar el producto del mercado, medida que según expertos le costaría a Apple US$ 1,5 mil millones

Esta última opción pareciera ser la más recomendable para Apple, que deberá apelar a su histórico CEO para hacer del iPhone 4 un Ave Fénix de la tecnología. Acción que seguramente ocurrirá y que en el fondo hará que las horas de sueño perdido se recuperen próximamente.

Pero lo que no deja de ser extraño y abierto a las polémicas es cómo Apple, dejó pasar este error de recepción de la antena de su joya más preciada. No podemos olvidar que el equipo sería la respuesta de la corporación al incipiente crecimiento de Google con su Android, y la poderosa solución Meego que lanzarán en conjunto Nokia e Intel.

¿Concentraron más esfuerzos y dinero en el software y no el hardware? Podría ser una explicación, pero sin dudas, también sería simple y poco asimilable por los consumidores de la marca, que ven a sus productos como objetos de culto.

Sabotaje de competidores o el descuido de la compañía podría ser un tercer elemento que entre en la elucubración de una teoría que permita explicar lo que todavía no tiene explicación

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