Colombia podría iniciar el mayor reto de su historia moderna. El país, como un todo, decidió apostar al desarrollo de las Tecnologías de la Información, como condición sine qua non para desarrollarse como nación. “Queremos salir de las estadísticas que nos sitúan como un país promedio en penetración de internet” dijo el propio Presidente Juan Manuel Santos, a través de un holograma que proyecto su imagen desde Buenos Aires hasta el Centro de Convenciones de Cartagena, donde se realizó el Andicom 2010, el evento más importante de la tecnología en la región de Centro América y El Caribe. Llevar en cuatro años la internet a la mitad de la población, es decir, casi 25 millones de personas, es un reto que el Gobierno no asumirá sólo. Saben que hacerlo de esa manera sería imposible, poco viable, lento y burocrático. Convocaron a todas las empresas, estimularán su participación con la eliminación del IVA y con políticas aceleradas para desarrollar las tecnologías de Tercera y Cuarta Generación Móvil.
A estas medidas, se le unen las exoneraciones de IVA a los importadores de computadoras, lograda durante la administración de Álvaro Uribe y que en su momento permitió un repunte impresionante de la penetración de las PC en la hermana república.
La convocatoria, que contó con el apoyo de los medios de comunicación y todo el empresariado, garantizará que en poco menos de una década Colombia alcance niveles de desarrollo aun no cuantificables.
Modernizar el poderoso sector industrial manufacturero, las Pymes y las escuelas son sin dudas aciertos que bien agradecerá la sociedad colombiana en los próximos años. Un acierto que viéndolo desde nuestro lado de la frontera terminará de alejar el desarrollo industrial colombiano del venezolano.
Muchas empresas que quieren poner sus ojos en América Latina, motivadas por el desarrollo de Brasil, verán sin dudas a Colombia como una alternativa válida para hacer negocios, invertir capitales y generar empleos en todos los segmentos sociales.
En cuatro años, cuando culminará la primera etapa del proyecto Vive Digital, deberemos hacer una revisión y una comparación de lo que haya logrado Colombia, con una economía abierta y lo que logre el Gobierno Venezolano, con una política cerrada y represora de los capitales.
Muchas empresas de tecnología, sin dudas posarán sus ojos en Colombia y dejarán incluso muchas de sus oficinas en Caracas, apostarán, en pocas palabras a un país con menos traumas para hacer negocios.
Lo más preocupante para Venezuela, no será la masificación de la huída de esos capitales, si no lo difícil que será retomar el camino del progreso y acercarnos a una nación que en los últimos diez años inclinó todos los indicadores económicos a su favor. Con un impulso claro a las TIC, en todos los sectores de la economía, Colombia se distanciará de Venezuela, nos hará más dependientes de sus productos. Lamentable que las políticas en pro del desarrollo de las tecnologías de la información en Venezuela hayan excluido a los capitales privados y admita a aquellos inversionistas “casados” con el Gobierno.
En cuatro años veremos si el proyecto Vive Digital distancia definitivamente a nuestra hermana. Todo pareciera indicar que así será…
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