El tren de alta velocidad Pekín-Shanghái funcionará desde mañana

Las estaciones se ubicarán en las provincias de Tianjin, Hebei, Shandong, Anhui y Jiangsu
La línea de alta velocidad entre Pekín y Shanghái estará abierta al público desde mañana y conectará las dos principales ciudades de China en cinco horas, la mitad de lo que se tardaba hasta la construcción del nuevo recorrido.

Tras más de un mes de pruebas que han desaconsejado la marcha a pleno rendimiento del tren, unos 350 kilómetros por hora (km/h), por motivos de seguridad y ahorro de costes, los primeros convoyes con pasajeros circularán desde ambos extremos desde las seis de la mañana.

Según declaró un representante del Ministerio de Ferrocarriles en el viaje de presentación a los medios, la conexión de "las dos ciudades más importantes de China por medio de la alta velocidad es un gran paso en la modernización del país".

Además, señaló que el objetivo del Ejecutivo chino "es conectar China de Este a Oeste y de Norte a Sur" y marcó la unión de las dos grandes ciudades con 24 estaciones a lo largo de los 1.318 kilómetros que las separan, como el primer paso.

Las estaciones se ubicarán en las provincias de Tianjin, Hebei, Shandong, Anhui y Jiangsu y conectarán diferentes zonas de gran importancia económica por estar algunas de ellas en el cauce del río Yangtsé, la zona más desarrollada y de mayor ebullición económica y atracción de inversión extranjera directa del país.

Según el Ministerio de Ferrocarriles, en una nota distribuida a los medios de comunicación, el tren y su recorrido "cumplen escrupulosamente con todas las medidas de seguridad y respeto al medio ambiente necesarias", a pesar de las polémicas surgidas y la suspensión de dos tramos hace menos de un mes.

Los precios variarán según la clase y la velocidad del tren. Así, en el de alta velocidad (300 km/h) habrá billetes de segunda clase por 555 yuanes (86 dólares, 59 euros), primera clase por 935 yuanes (145 dólares, 100 euros) y "business" a 1.750 yuanes (271 dólares, 186 euros).

En el que irá a 250 km/h y que tardará algo más de siete horas habrá sólo segunda clase, a un precio de 410 yuanes (64 dólares, 44 euros), y primera clase por 650 yuanes (101 dólares, 70 euros).

Tanto en "business" como en primera se servirá bebida y comida a los pasajeros, los cuales dispondrán además de enchufes individuales donde conectar sus portátiles, aunque no podrán utilizar "wifi", ya que el tren no lo ofrece y la conexión 3G en el mismo se pierde con facilidad.

Desde Shanghái, la nueva ruta se suma a las ya existentes de este tipo entre esa ciudad y Hangzhou, capital de la vecina provincia oriental de Zhejiang, y un poco más al sur, con Ningbo, uno de los principales puertos del país, en la misma región.

Esto supone un aumento de un 31 % en el número de trenes de alta velocidad que pasarán desde ahora por la ciudad oriental.

Además se pondrá en marcha un nuevo sistema de reserva de billetes para estos trenes por internet, en un principio sólo para este nuevo trayecto entre Pekín y Shanghái, aunque más adelante se extenderá a las otras redes.

"Esto supone el mayor cambio en la manera de vender billetes de la historia ferroviaria de China", señaló esta semana el director de la Oficina de Ferrocarriles de Shanghái, Zhu Wenzhong, a la televisión estatal CCTV.

La otra gran ventaja para los viajeros desde Shanghái será que los trenes de alta velocidad con Pekín, al igual que los que ya la unen con Hangzhou (a 170 kilómetros) y Ningbo (280 kilómetros gracias a un puente marítimo), partirán y llegarán a la nueva estación ferroviaria de Hongqiao, vinculada al aeropuerto.

Desde hace poco más de un año, la nueva terminal del aeropuerto del mismo nombre, el más antiguo de los dos civiles de la ciudad, consagrado casi por entero a los vuelos nacionales, se ha convertido, junto con la estación de tren, en uno de los principales polos de transporte de la ciudad.

Para facilitar el flujo de pasajeros, la estación ferroviaria y la aerolínea China Eastern, con base en Shanghái, han firmado un acuerdo para que los pasajeros puedan hacer su transferencia directamente entre los tren de alta velocidad y el avión. EFE

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