La apuesta de la compañía será a la consolidación de un ecosistema cerrado, donde software, apps y hardware consoliden una oferta distinta a la de Apple, Google y en menor medida RIM
Microsoft puso a
temblar a más de uno. Sus socios de siempre en el mercado móvil, HTC, Samsung,
Sony, LG y ahora Nokia están por lo menos inquietos. La decisión corporativa,
dada a conocer por Steve Ballmer, CEO de la casa de software más importante del
mundo, supone un giro, quizás no de 180 grados, pero sí importante, en la
política de la compañía.
Ahora el gigante de Redmond, en Seattle, apostará por
consolidar un negocio en el hardware, que irá más allá de las consolas Xbox.
Las tabletas Surface supondrán el primer, que comenzó a concretarse hace un par
de meses cuando la compañía exhibió Windows 8 con una tableta de su propia
marca.
La apuesta, sin dudas, nos puso a rebobinar la cinta. En las
primeras tres décadas de la compañía, el modelo de negocio se amparó en el
licenciamiento del software como sostén de la corporación.
Recordamos, los que vimos esos primeros pasos de la computación como su modelo se apoderó del mercado de consumo y luego, poco a poco, fue calando en todos los sectores económicos.
Recordamos, los que vimos esos primeros pasos de la computación como su modelo se apoderó del mercado de consumo y luego, poco a poco, fue calando en todos los sectores económicos.
La Apple de aquellos años, seguía fiel al ecosistema. Es
decir, crear todo en casa, desde el hardware, hasta la plataforma. Un modelo de negocio que casi llevó a la
quiebra a la compañía de Steve Jobs.
Pero, los ciclos se cierran y surgen otros. Estamos
iniciando uno nuevo. El ejemplo que dio Apple, cuando se reinventó y comenzó a
colocar diversos dispositivos desde los iPods, MacBook, iPhone y luego los
iPads, todos con un ecosistema integrado impactó, no solo a sus contendores, si
no al mercado.
Apple lleva varios años siendo más rentable que Microsoft,
sus ingresos son enormes y el valor de sus acciones la han llevado a ser la
corporación mejor valorada del mundo.
Con su iniciativa Microsoft se arriesga. Pero por algo lo hará.
Necesitan subirse al tren que está llevando a Apple al éxito. Lo necesitan con
urgencia pues su nuevo sistema operativo, a pesar que tiene todas las
condiciones a favor, tiene mucho terreno perdido. Android y iOS lideran el
mercado con más del 87% del marker share de Estados Unidos.
¿Podrán? Al ser un mercado que se amparará en los
contenidos, pero con buen hardware, Microsoft tiene futuro. La compañía tiene
un ecosistema, su tienda de aplicaciones, que por cierto cambio de nombre esta
semana para llamarse Windows Phone Store, una adecuación, sin dudas que parte
de la integración de todos sus ambientes y su interoperabilidad.
Al tener sus sistemas operativos móviles y fijos bajo un
mismo ambiente de desarrollo y ahora una línea de hardware exclusivo, Microsoft
podría hacer de su modelo comercial lo más parecido al de Apple, con una oferta
integrada y que debería ser exclusiva. No hacerlo, implicaría un gasto
importante en diseño e investigación que luego disfrutarán sus socias, que por
cierto pasarán a ser rivales.
Con esta decisión quedan claras las intenciones de un
gigante que ahora deberá asumir retos de integración de su software con su
hardware y que también debe aprovechar el éxito de sus consolas Xbox para
garantizarle mercado a sus productos.
Además de esto, la experiencia que tiene Microsoft en
negocios tan diversos como el de las Pymes y del entretenimiento electrónicos,
amplían sus oportunidades de éxito en un mercado que eleva cada día más sus
expectativas.
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