El rezago de la era digital criolla

Conferencistas del Debatic "Economía Digital y Movilidad"

La semana pasada fui invitado como uno de los moderadores del Debatic  "Economía Digital y Movilidad: Nuevos Paradigmas de Desarrollo" organizado por Cavedatos  y el SELA en la sede del Sistema Económico Latinoamericano en Caracas. La actividad desbordante de información, contenidos y de ideas, dejó claro que Venezuela, requiere de forma imperiosa que se desarrolle una política bien definida y planificada para encarar los retos de la era digital.

El país reclama una reorientación de todos sus paradigmas. Desde los comerciales,  pasando por la forma de hacer gobierno y especialmente la forma cómo nos educamos. El retraso alarmante de por sí que tiene nuestra sociedad, amenaza con ser abismal si no se toman decisiones agresivas y ambiciosas en la próxima década.

Bien lo comentaba el colega Peter Cernik, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Venezolana de Empresas de Tecnologías de la Información (Cavedatos) cuando me indicaba que en la actual era digital los contenidos son fundamentales. Tanto así que en países como Inglaterra, representan ingresos de 70 millardos de dólares, una cifra cercana al PIB venezolano.

Citar este ejemplo, si bien es ambicioso, permite revisar todo "el estado de cosas" que viven en el Reino Unido para hacer de los contenidos digitales toda una industria, que mueve la economía de su país.

Existe una base educativa poderosa, una inversión en Tecnologías de Información y en Investigación y Desarrollo no menos importante y políticas públicas acordes con los retos de la era digital.

Una situación inversamente proporcional ocurre en Venezuela, donde se comienza, por ejemplo, un año escolar, con más del 80% de las escuelas públicas en condiciones poco adecuadas para la formación.

Hago mención a la educación, porque jugó especial interés en el debate de los expertos reunidos en el SELA. Existe conciencia de que poco podremos avanzar en la generación de contenidos digitales con docentes mal formados, alejados de las tecnologías de la información y poco aptos para implementar nuevos métodos de enseñanza.

El cambio es radical y en todos los aspectos del sistema nacional. Por ello, impulsarlo, requiere de la actuación de todos los actores de la sociedad, desde el gobierno, empresas, instituciones públicas, fundaciones, partidos políticos.

Se requiere una revisión profunda del sistema educativo, del sistema económico, de la forma como hacemos transacciones y como nos relacionamos como individuos, como personas y como organizaciones.

Parte trascendental de esos cambios requieren el impulso del Estado. Agilizar la legislación en materia de comercio electrónico, educación a distancia, son claves que podrían ser el primer paso para la imperiosa necesidad que tenemos como país, de avanzar en la era digital.

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