La representación de Venezuela demostró limitada capacidad de resolver imprevistos al momento de exponer su desarrollo
La universidad del Cauca de Colombia representará a la región Andina en la final mundial de Imagine Cup que se realizará en el venidero mes de julio en París, Francia. Esta es la tercera vez que la hermana república gana la competencia que organizada, auspiciada y financiada por Microsoft.
Green House es un sistema que aspira a brindar a agricultores, productores e investigadores, información precisa del tipo de semilla arbórea ideal para determinadas ciudades. Con esto desean a mejorar las labores para el desarrollo de las especies endógenas de cada país del mundo.
Sin embargo, a pesar del triunfo neogranadino la final regional, en la que también participaron delegaciones de Ecuador, Perú y Venezuela generó un sabor por lo menos agridulce; la buena disposición, la intención de crear y la buena voluntad de los estudiantes no estuvo a la altura de la cita anual. Algunas de las fallas de los proyectos estuvieron centradas en dos puntos clave: primero la falta de innovación, reflejada en proyectos con desarrollos similares y operativos en el mundo; segundo, la escasa y limitada capacidad expositiva de los estudiantes. Ninguno de los representantes realizó una presentación atractiva, clara y contundente. Con esto se demuestra la poca o nula capacitación que las universidades de las regiones asistentes realizan para estimular la capacidad emprendedora de sus estudiantes.
La falla de Venezuela
Mucha expectativa se generó alrededor del proyecto ECOLUZ, presentado por estudiantes de La Universidad del Zulia; lamentablemente la poca preparación a la hora de exponer ante el público limitó las opciones del grupo venezolano. En plena presentación del trabajo tuvieron una falla con los proyectores. El miedo, la inseguridad y la falta de previsión de un plan B dejó a los zulianos con menos de la mitad de la exhibición de su aplicación explicada. Previo al evento, el jurado del Imagine Cup Andino, veía al proyecto de LUZ como el mejor de los cuatro; al no tener suficientes criterios para la evaluación, la decisión final fue dejarlos últimos de la clasificación.
Hasta ahora se han realizado Imagine Cup Andino desde 2004 y en ninguna oportunidad Venezuela ha logrado ganar. Es lamentable que el esfuerzo que realiza Microsoft de estimular la creación de desarrollos de software no sea 100% aprovechadas por nuestras universidades. Cabe destacar que esta compañía se ocupa de hacer que los proyectos ganadores obtengan financiamiento y sean posteriormente puestos en uso, para beneficio, por supuesto, de los creadores.
Fuentes cercanas a Microsoft estiman que una de las variables que podría estar ocurriendo de la limitada participación de nuestros talentos en este tipo de competencias podría ser un absurdo temor de represalias del Gobierno Nacional por no ser desarrollos basados en Software Libre. Estos temores o intenciones nubladas de algunos directivos de universidades o académicos, no tienen fundamentación, pues constitucionalmente en el país no está prohibida la elaboración de software bajo otras plataformas, basadas en licencias.
Deberían pensar estos “académicos” que más de la mitad, mucho más de la mitad, de las aplicaciones que utilizan las empresas de todo el mundo se basan en plataformas Microsoft, esto sin dudas ofrece oportunidades de empleos y de desarrollos de futuras empresas creadas por nuestros talentos.
Otro factor que se debe considerar, es el poco estimulo y el conformismo que se aprecia en la formación de muchos de los estudiantes en ingeniería y computación; pareciera que los educan para ser dependientes de una empresa o de un subsidio gubernamental. Esto genera apatía y limita gravemente la competitividad y la creatividad de nuestros talentos.
La universidad del Cauca de Colombia representará a la región Andina en la final mundial de Imagine Cup que se realizará en el venidero mes de julio en París, Francia. Esta es la tercera vez que la hermana república gana la competencia que organizada, auspiciada y financiada por Microsoft.
Green House es un sistema que aspira a brindar a agricultores, productores e investigadores, información precisa del tipo de semilla arbórea ideal para determinadas ciudades. Con esto desean a mejorar las labores para el desarrollo de las especies endógenas de cada país del mundo.
Sin embargo, a pesar del triunfo neogranadino la final regional, en la que también participaron delegaciones de Ecuador, Perú y Venezuela generó un sabor por lo menos agridulce; la buena disposición, la intención de crear y la buena voluntad de los estudiantes no estuvo a la altura de la cita anual. Algunas de las fallas de los proyectos estuvieron centradas en dos puntos clave: primero la falta de innovación, reflejada en proyectos con desarrollos similares y operativos en el mundo; segundo, la escasa y limitada capacidad expositiva de los estudiantes. Ninguno de los representantes realizó una presentación atractiva, clara y contundente. Con esto se demuestra la poca o nula capacitación que las universidades de las regiones asistentes realizan para estimular la capacidad emprendedora de sus estudiantes.
La falla de Venezuela
Mucha expectativa se generó alrededor del proyecto ECOLUZ, presentado por estudiantes de La Universidad del Zulia; lamentablemente la poca preparación a la hora de exponer ante el público limitó las opciones del grupo venezolano. En plena presentación del trabajo tuvieron una falla con los proyectores. El miedo, la inseguridad y la falta de previsión de un plan B dejó a los zulianos con menos de la mitad de la exhibición de su aplicación explicada. Previo al evento, el jurado del Imagine Cup Andino, veía al proyecto de LUZ como el mejor de los cuatro; al no tener suficientes criterios para la evaluación, la decisión final fue dejarlos últimos de la clasificación.
Hasta ahora se han realizado Imagine Cup Andino desde 2004 y en ninguna oportunidad Venezuela ha logrado ganar. Es lamentable que el esfuerzo que realiza Microsoft de estimular la creación de desarrollos de software no sea 100% aprovechadas por nuestras universidades. Cabe destacar que esta compañía se ocupa de hacer que los proyectos ganadores obtengan financiamiento y sean posteriormente puestos en uso, para beneficio, por supuesto, de los creadores.
Fuentes cercanas a Microsoft estiman que una de las variables que podría estar ocurriendo de la limitada participación de nuestros talentos en este tipo de competencias podría ser un absurdo temor de represalias del Gobierno Nacional por no ser desarrollos basados en Software Libre. Estos temores o intenciones nubladas de algunos directivos de universidades o académicos, no tienen fundamentación, pues constitucionalmente en el país no está prohibida la elaboración de software bajo otras plataformas, basadas en licencias.
Deberían pensar estos “académicos” que más de la mitad, mucho más de la mitad, de las aplicaciones que utilizan las empresas de todo el mundo se basan en plataformas Microsoft, esto sin dudas ofrece oportunidades de empleos y de desarrollos de futuras empresas creadas por nuestros talentos.
Otro factor que se debe considerar, es el poco estimulo y el conformismo que se aprecia en la formación de muchos de los estudiantes en ingeniería y computación; pareciera que los educan para ser dependientes de una empresa o de un subsidio gubernamental. Esto genera apatía y limita gravemente la competitividad y la creatividad de nuestros talentos.
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