Municipios criollos raspados en materia de inclusión digital

La tecnología no se aplica para integrar al gobierno local con las necesidades de los ciudadanos

Desde el mes de octubre, durante el pasado ANDICOM, el evento de tecnología más importante del área andina, la consultora Convergencia Research inició, con el auspicio de Motorola un análisis exhaustivo de las ciudades digitales de América Latina.
Cualquier municipio que sintiera dar pasos importantes para la implantación del gobierno electrónico, masificación del uso de las tecnologías de la información entre sus ciudadanos, y el estímulo a la interrelación digital podía inscribirse. En tres meses 150 ciudades de 15 países de la región se inscribieron en el ranking. Sólo 3 municipios venezolanos se sintieron en condiciones de participar: Sucre, Chacao y Valencia. Nuestra participación luce escueta si se compara con la de Argentina (30 municipios) Colombia (28) Brasil (21). ¿Qué tiene de relevante este ranking? Mucho, pues es un indicador de la eficiencia, la productividad e incluso la seguridad ciudadana.
En estos momentos, donde existe un debate fuerte sobre el futuro de la descentralización, resultaría conveniente preguntarse ¿qué grado de prioridad han dado los distintos gobiernos municipales del país a la era digital y a su modernización? Muy poca.
Una de las posibles respuestas a esta indiferencia puede estar íntimamente ligada con la transparencia, pues, en la medida que una ciudad se digitaliza, se eliminan las corruptelas, las gestorías y demás vicios.
Pero una ciudad digital no sólo tiene que ser sostenida por la responsabilidad de los gobiernos de cara al ciudadano. También importa el grado de modernización de los procesos internos de la administración pública.
CONTRADICCION Y NECESIDAD
Tener casi un 100% de penetración móvil celular y un 28% a internet de alta velocidad, además de un desarrollo precoz de la 3G móvil, demuestran que el ciudadano venezolano tiene una cultura digital que no ha sido asimilada y menos aprovechada por la lenta administración pública. Esta desconexión genera una brecha entre lo demandado por el usuario y lo ofrecido por el gobierno, en este caso el municipal.
Por otra parte, la ciudad digital, más allá de esa relación gobierno-ciudadano, es y ha sido una salida viable, moderna y efectiva para reducir los índices delictivos. Recuerdo, que en alguna oportunidad un policía me comentó que se sentía más seguro con un radio digital que con un revólver. Con su equipo podía comunicarse a los celulares o demás radios de sus compañeros de trabajo, esta comunicación, a la hora de un enfrentamiento con delincuentes, toma un valor no cuantificable.
PASO ADELANTE
Así como debemos decir que nuestras ciudades están lejos de la era digital; también es necesario apuntar que hay indicadores que podrían revertir la actual realidad. Uno de ellos, sin dudas el satélite Simón Bolívar, que podría crear la gran columna vertebral para la conectividad inalámbrica. El segundo, la habilitación que dio Conatel del espectro en 4.9 Ghz, que brinda un espacio seguro para las comunicaciones de los municipios. Tercero la existencia de tecnologías que pueden hacer viable el despliegue de redes de acceso inalámbrico en esta frecuencia del espectro.
A saber:
El Ranking Motorola de Ciudades Digitales, elaborado por Convergencia Research, es el primer estudio de este tipo en toda América Latina y apunta a conocer el nivel de digitalización de los municipios registrados

Infografía: cortesía Motorola

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