En América Latina: ¿Es el momento de las tabletas?


Desde su llegada al mercado, en marzo del año pasado con el llegada a tiendas del iPAD, las llamadas tabletas o Smartbook, han generado una expectativa y desatado un boom comercial que desde ya las están convirtiendo en verdaderas alternativas de comunicación y acceso móvil para los consumidores, quienes comienzan a optar por ellas, en lugar de algún Netbook y Mini computador portátil.
Sin  embargo, se debe tener prudencia y entender que una tableta trae con ella un cambio en el modelo de negocios de quien preste el servicio de conexión y otro para el fabricante y creador de contenidos que estén dentro de ella.
Es por ello que la llegada de las tabletas a mercados emergentes, como lo son las naciones latinoamericanas, dependerá en buena medida de la solidez que tenga los operadores de ofrecer un producto que exige mucho más que una venta de “hierro” bonito.
El primer riesgo que tendrán los operadores de telecomunicaciones es la capacidad de la red. En muchas ciudades principales de América Latina, las redes 3G son escasas o están saturadas por el elevado tráfico de datos, las limitadas redes de transmisión y el lento despliegue de nuevas radio bases para mejorar la cobertura.
Muchas de nuestras operadoras han expresado en repetidas oportunidades que desde hace poco más de un año el tráfico de datos  crece a ritmos muy acelerados, incluso más, que su capacidad de respuesta para atender la exigente demanda del mercado.  El vertiginoso crecimiento de los Smartphone, que lideran buena parte de los segmentos de mercado en algunos países, fue el detonante de esta explosión que también vino acompañada por los dispositivos módem USB, que en buena medida también contribuyeron con ese incremento del tráfico. Hoy día las operadoras tienen la autopista llena y no han encontrado el desahogo, que se traduce en más  porciones del preciado espectro radioeléctrico.
Vista su realidad, para las operadoras móviles, sumar tabletas a su carga, por lo menos en el corto plazo, sería un riesgo enorme. Acelerarían un colapso de sus redes y obviamente, en lugar de tener un producto innovador que los ayude en tener más clientes, podrían perder la inversión y el cliente.
Otro elemento que se debe tomar en cuenta para que las tabletas estén en los anaqueles, es el desarrollo de contenidos. Ante la oferta  de equipos, que ya es enorme en los mercados, los operadoras  tendrán que hacer el mismo trabajo que han iniciado con las casas fabricantes de Sistemas Operativos y móviles. Es muy importante el desarrollo de contenidos diferenciadores que las distinga de sus rivales, que también apelarán a esos mismos fabricantes.
Esa diferenciación, también será vista y entendida por los fabricantes de tabletas. Ciertamente el mercado comienza a inundarse y los clientes, algunos ávidos otros más cautelosos, buscarán los equipos que le den una oferta diferenciadora. Es por esto que algunos gigantes han apelado a diferenciadores; LG apelará a darle 3G a sus tabletas; Samsung lo hará en función de una oferta de diversos tamaños; HTC al grosor y a las alianzas con redes sociales; esto sin sumar a Motorola con su XOOM, a HP con su TouchPAD, faltaría ver los  próximos productos que lanzarán otros grandes competidores de la industria.
En un mercado que saturará su oferta la apuesta de quien desee incursionar estará íntimamente relacionada con su mercado. Si por ejemplo en América Latina algunos integradores  apuestan a las tabletas deberán jugar muy de la mano con sus mercados nichos (microempresas, estudiantes universitarios, gamers, fuerzas de venta, PyMES) hacer una oferta adecuada a para las particularidades de un país o una región debe estar respaldada por aplicaciones locales.
Tanto el fabricante o el osado operadora regional que quiera incursionar este año en el mercado de las tabletas deberán apelar a las alianzas, el desarrollo conjunto y la captación de programadores que diseñen los contenidos que podrían atender las demandas de sus mercados. Una tarea ardua, pero que desde nuestra perspectiva sería la única alternativa para un fabricante regional e incluso para un operador que debe lidiar con redes que comienzan a colapsarse y que no crecen al ritmo del mercado de consumo.
Otra realidad
Por lo visto recientemente en Barcelona, durante el Congreso Mundial Móvil, buena parte de la oferta de tabletas que saldrán al mercado estarán aptas para redes LTE de 4ª Generación. Una opción válida, sin dudas, porque abre un nuevo canal, mucho más amplio, para la transmisión de datos. El  estándar LTE está adecuado, para ofrecer comunicaciones de voz sobre las redes móviles, la subida y bajada de datos es robusta así que no afectaría, en teoría, la comunicación, las vídeos llamadas o las descargas de películas, vídeo streaming, algunas de las prestaciones que podrían ser más comunes con las tabletas.
En Latinoamérica las redes LTE podrían ser una realidad en 2012, en algunos países donde los reguladores han licitado espectro. En otros mercados, que van más lentos, como puede ser Venezuela, cualquier inversión masiva y posterior despliegue de LTE dependerá de la licitación que haga el regulador.
En el país, la necesidad existe y la demanda garantizaría la inversión. Sólo queda esperar la decisión del regulador. También se debe mencionar que las operadoras no hacen exagerada presión, pues están esperando que los precios y las ofertas de infraestructura en los mercados internacionales mejoren.
 Lo que tenemos
La oferta actual de tabletas, no pasa del esnobismo y ciertamente de la necesidad que tienen algunos adoptadores de tecnología de punta de tener lo último más rápido.  El iPad, según comentarios de muchos usuarios es un soberbio equipo que requiere para su funcionamiento ideal las redes Wifi, que en Venezuela, por ejemplo no abundan.
Es por este motivo que resulta particularmente interesante que el despliegue de redes WiFi también se garantice y se ofrezca en el país. La empresa que capitalice esta necesidad y la ofrezca al mercado, sin dudas obtendrá importantes beneficios.

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