Japón dio un ejemplo telemático en momentos de tragedia


La interactividad del ONE-Seg 

Las comunicaciones fijas y móviles demostraron su robustez y capacidad, al ser el puente de comunicación de millones de personas con su gobierno y con el resto del mundo

Heberto Alvarado Vallejo 

Un latinoamericano situado en el centro de Tokio hablaba en directo con CNN, a través de una video-llamada de Skype que realizaba desde su iPhone. Previamente, este trabajador de una tienda de Apple en la capital nipona, ya había enviado correos electrónicos, posteado un mensaje en Facebook a sus familiares, quienes sabían del terremoto antes de que los medios de comunicación occidentales se enteraran de la noticia.
Al avanzar la mañana del viernes en América Latina y el resto del mundo pudimos apreciar como la televisión japonesa exhibía un despliegue impresionante de la magnitud del seísmo. El Tsunami, causaba estupor a los japoneses que vivían en otras partes del mundo.
Las empresas telefónicas habilitaron portales donde los usuarios podían subir mensajes de texto de hasta 100 caracteres y que  mensajes de 100 letras. En los lugares donde las redes se saturaban de tráfico Google ofreció el servicio “person finder” que permite, mediante el tecleo del nombre de la persona buscada, ofrecer información sobre estas personas si han "posteado" en Internet una actualización de su situación.
Esta capacidad de respuesta de las tecnologías japonesas, lejos de ser un adelanto imposible o lejano para nuestras tierras, es una propuesta tecnológica que perfectamente podría implementarse en nuestros países.
Japón, que vive día a día alertas de terremotos, entendió, como pareciera no ocurrir en buena parte de nuestros países, que las tecnologías de comunicación de última generación son aliadas, tanto para la educación y para estar alerta y prevenir que las tragedias sean mayores.
Hace casi 4 años, bajo esa perspectiva, una delegación japonesa, donde había representantes de diversos medios de comunicación y empresas como Toshiba, Hitachi, Panasonic y Sony visitó Venezuela por primera vez. A través de la ARIB, la asociación que los agrupa en Japón.
Los delegados venían a presentar el estándar japonés de televisión, el conocido ISDB-T. Aseguraban que era la mejor tecnología que podría ofrecerse en el país, pues se adecuaba perfectamente a los diversos problemas geográficos nipones y la inestabilidad tectónica del país.
“Es la única tecnología que permite dar un alerta temprana en caso de terremoto; la gente puede comunicarse o recibir información de la catástrofe a través de su móvil y el One-Seg, que permite garantizar la señal móvil, sin necesidad de hacerla dependiente de la red del operador”.
Años después vemos con nuestros propios ojos en qué se traduce toda esa inversión tecnológica hecha en Japón. Más temprano que tarde, la tecnología digital fue puesta a prueba y, a pesar que hubo muertes, queda una atmosfera favorable a los mecanismos de seguridad japoneses, que evitaron una tragedia mayor.
Gracias a ese One-Seg, muchas de las personas que solo tienen un teléfono apto para TV-Digital pueden mantenerse informadas, recibir información precisa y detallada de los centros de refugio y lo mejor, pueden informar a los organismos de seguridad donde pueden atender emergencias.
Debemos recordar, que Venezuela, y casi todas las naciones de Sudamérica, a excepción de Colombia, apostaron por el estándar japonés para hacer la televisión y la comunicación del futuro. Lamentablemente, la implantación ha sido lenta y poco organizada; algunos países que decidieron más tarde que otros por el ISDB-T han avanzado más que otras que dieron un paso adelante con la tecnología.
En promedio, se cree que en diez años, la región comenzará a tener la nueva tecnología digital, que trasciende a la emisión de señales televisivas. Lo preocupante, es que en contraposición, las redes móviles, internet y telefonía fija no garantizarán una cobertura total y fungir como salvación de muchas personas ante cualquier catástrofe natural que se presente. Apenas un 10% de la población accede a Banda Ancha y las redes móviles de 4ª Generación, que garantizan el streaming de vídeo  comenzarán su periplo de forma timorata a finales de 2012.
En una región susceptible a terremotos, inundaciones y demás tragedias, es necesario que se aceleren las tecnologías. Esperamos que el ejemplo que está dando Japón permita acelerar tecnologías que ya se conocen y que requieren ser implementadas.

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