José María de Viana, presidente de Casetel |
Heberto Alvarado Vallejo
El mercado venezolano implora por más cobertura, en especial de redes de próxima generación tanto en el tendido de fibra óptica como en las señales inalámbricas. Con estas palabras, puntuales, José María De Viana, recientemente nombrado presidente de la Cámara Venezolana de Telecomunicaciones, dejó claro, cuál será su rol dentro de la organización, que agrupa a todas las empresas del todavía pujante sector telemático nacional.
De Viana de dilatada trayectoria, sabe muy bien cómo cumplir su papel, como interlocutor de un sector clave para el desarrollo del Producto Interno Bruto Nacional. Su experiencia tanto en la administración pública como privada hace de este ejecutivo, que asesora a la presidencia de Digitel, la figura idónea para encarrillar la burocracia oficial en pro del desarrollo tecnológico nacional.
Sin dudas sabe cómo hacerlo. Este ejecutivo dirigió la engorrosa Hidrocapital, a la cual le dio más dinamismo y con la cual proyectó sus dotes gerenciales hasta el punto de llegar a la presidencia de Movilnet cuando Verizon, contaba con la mayoría accionaria.
En sus años en Movilnet, logró catapultar a la operadora al primer lugar del mercado nacional, con redes innovadoras, como la EvDo, la cual fue su último gran lanzamiento, antes de la nacionalización de la Cantv.
Ahora, con retos más grandes quizás que los pasados, asume un cargo con varias obligaciones que rozan en lo diplomático y lo político. Un sector que ha sido golpeado por el control de cambio y una mal entendida categorización de no esencial para el otorgamiento de dólares.
Estas restricciones y el filtro que creó el aparato burocrático del Estado con Telecom Venezuela, ente que se encarga de tramitar las solicitudes de las empresas del sector de telecomunicaciones para la adquisición de divisas, son rémoras con las que De Viana deberá lidiar y por qué no pensarlo, tratar de eliminar.
Por eso, el presidente de Casetel no duda en colocar el problema del sector, no en un mero asunto de dólares, si no en punto clave que es la calidad de vida de la gente. Cifras, pruebas y demostraciones tiene bajo la carta para demostrar; no sólo como influyen las tecnologías para el incremento del PIB, la atención médica primaria, la educación; también tiene una necesidad creciente de los casi 30 millones de venezolanos de tener más y mejores tecnologías.
“No hay crecimiento en la voz ni en los mensajes de texto; la gente demanda más y más datos; la tendencia en el país es imparable y necesitamos adecuarnos todos los operadores y proveedores de servicios”. Dijo el ejecutivo.
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