Heberto Alvarado Vallejo
La nueva oferta que se impone por los servicios OTT y que se impulsan con el crecimiento de la oferta de contenidos de entretenimiento en internet de alta velocidad, tiene ahora otro aliado: la TV internet ofrecida por los fabricantes de televisores, quienes no quieren perder el tren de las aplicaciones que inició su periplo con los Smartphone y ahora toca terrenos insospechados. En Estados Unidos, el éxito de Netflix la llevó a poseer el 30% del tráfico de banda ancha y puso a temblar a gigantes como Comscast.
La televisión vive un momento de transformación interesante y trascendente. La antigua oferta de TV abierta e, incluso, la TV paga, vía cable (CATV) se enfrentan a una evolución que quizás las tomó desprevenidas o muy concentradas en las rutinas de sus negocios.
La explosión que existe en el tráfico de internet es estimulada por el éxito de productos como NetFlix en Estados Unidos, a ello se le suma la nueva oferta generada por los fabricantes de televisores y contenidos como Sony, Panasonic, Samsung, LG. Todas estas empresas incursionan de forma lenta, pero constante en el negocio de los contenidos. Lo que hoy en día es una oferta de valor se transformará en un negocio que redefinirá este negocio.
Además de los aspectos tecnológicos, existen otras variables que deben ser bien analizadas. Una de ellas la propiedad intelectual, el derecho de autor y la reproducción gratuita de contenidos. En Estados Unidos y Europa, se protegen estos derechos y se sancionan a los infractores. Pero, en América Latina, donde comienza a introducirse el concepto, es común descargar contenidos, disfrutarlos abiertamente sin pagar por ello.
¿Por qué pagar por algo que puedo ver gratis? ¿Por qué esperar a que otro decida por mí lo que quiero ver y cómo o desde dónde lo deseo ver? Estas preguntas, que antes de la explosión de la oferta on-line eran impensables, ahora están en plena expansión en América Latina porque la región ha registrado una mejora en el ancho de banda de la red y que trajo consigo el descubrimiento de ofertas lícitas o no.
Esta ebullición encontró usuarios ávidos de ofertas que les faciliten el acceso a estos contenidos que pueden verse por el computador, la tableta o el Smartphone. Un momento clave, complementado ahora con la llegada de la TV internet, que incluye algunos canales inéditos y una oferta de valor.
El arribo, sin dudas, iniciará una nueva etapa en la televisión paga, pero sobre todo en el negocio de los cable operadores que podrían ver cómo su negocio, lentamente, se podría limitar a sólo garantizar el acceso a internet de alta velocidad, necesario eso sí, para que la TV Internet sea competitiva.
Sobre este nuevo escenario, conversamos con el experto argentino, Carlos Blanco, Director de Research de Dataxis NexTV Latin America, consultora que mide la evolución de la televisión en nuestro continente.
Para Blanco, la evolución de la televisión es sin dudas el gran tema de trasfondo tras la llegada de la TV internet de parte de los fabricantes de televisores. "Son varias empresas que ya están ofreciendo el servicio en el mundo. Básicamente, el negocio de los fabricantes de televisores está centrado en emular el éxito de los móviles con las plataformas de contenidos. No quieren quedarse fuera, pues, en la medida que en los países más desarrollados la conectividad se hace vía consolas de video juegos, Blue Ray, DVR y cajas específicas como Apple TV, Rocku, desean tener una plataforma que permita el acceso a los famosos servicios OTT (Over The Top)”, comentó.
En los Estados Unidos, hoy el OTT Netflix, de VoD, (video bajo demanda) ya genera el 30% del tráfico de banda ancha. Además, alrededor del 70% del streaming se hace desde consolas de Videojuegos y ordenadores.
Es decir, los fabricantes de televisores ven que se quedan fuera del negocio y ellos también te proponen el acceso a ciertos OTT. El tema es que en América Latina aún hay pocos OTT de VoD; pero, los que existen tienen acuerdos con plataformas de TV conectada. En Chile, Bazuka (de VTR) ya selló acuerdos con alguno de ellos; en Brasil, Saraiva hace algo similar
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