El papel como placer frente al libro electrónico como fuente de información

El II Foro Mundial de la Unesco sobre la Cultura 2011 fue en Italia
Mercedes Bermejo

La posibilidad de que la edición impresa conviva con el formato electrónico centró buena parte de los debates del II Foro Mundial de la Unesco sobre la Cultura, en la ciudad italiana de Monza, en el que las editoriales expusieron su incipiente apuesta hacia la digitalización de sus novedades.

En los matices que definen a la edición electrónica e impresa terció el escritor chileno Antonio Skármeta, quien, en declaraciones a Efe, precisó que la información se "presta al lenguaje sucinto, sintético" como el utilizado en las redes sociales, como Facebook o Twiter, en los blogs e incluso en los periódicos.

En contraposición, añadió, la literatura, que definió como "la genialidad de contar historias por placer" y que necesita de "tiempo para explorar en la complejidad sin una finalidad última", encuentra en el libro de papel su aliado.

"No creo, aunque pudiera ser, que alguien que tienen el hábito de leer literatura en papel prefiera el modo electrónico", dijo el escritor chileno, que acaba de publicar "Los días del Arcoíris" y conocido mundialmente por su obra, que dio también lugar a la película, "El cartero de Neruda".

A la finalidad pragmática del soporte electrónico también se refirió Miguel Barrero, directivo del grupo español Santilla, con gran implantación en Latinoamérica, al detallar que es más fácil para un niño entender el funcionamiento del aparato digestivo con una animación en tres dimensiones que una "explicación estática" de un libro de texto.

No obstante, consideró que una obra poética puede que se disfrute más en una edición impresa.

"Depende de la experiencia que quieras tener con la lectura así elegirás el soporte", añadió Barrero, quien opina que, a la hora de elegir un formato u otro, no influye tanto el tipo de texto como las circusntancias personales.

Convencido de que convivirá el papel con el soporte digital, Barrero señaló, que el incremento de la edición digital conllevará una "mayor participación de los lectores" que no tiene que ser proporcional al aumento del número de estos.

En su opinión, lo que ha ocurrido es que "el ecosistema del libro se ha enriquecido con un soporte nuevo".

Barrero observa una tendencia por parte de las editoriales "menos reacia" al incremento de las publicaciones electrónicas, y ello se debe, apuntó, a los buenos datos que proceden de Estados Unidos (donde las ventas de e-books superan a las ediciones impresas) y que en el ámbito de la educación, en un contexto de crisis, la publicación de textos electrónicos es más barata.

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