Equidad Digital VII


Síragon propone proteger la industria de la electrónica nacional

Es necesario fomentar y cuidar la industria del software hecho en Venezuela

En la serie Equidad Digital hemos tocado hasta ahora diversas posiciones, tanto de empresas, académicos, inventores. En esta edición conoceremos la postura de las empresas venezolanas que están construyendo, paso a paso, una industria nacional, una de ellas es Síragon, empresa que comenzó operaciones en octubre de 2003 con una oferta de computadoras de escritorio y portátiles. Hoy día, ensamblan televisores planos, cámaras digitales y de video y ostenta el tercer lugar en penetración de mercado e iniciará en menos de mes y medio operaciones en Argentina.
Para Síragon el término Equidad Digital tiene otras implicaciones, Lorenzo Rubin, director comercial lo amplía y a su decir, lo sincera a la realidad de cada país o región; explica que iniciativas como la Nicholas Negroponte con el computador de 100 dólares o el Classmate de Intel, son aplicables a la India o a una nación africana o suramericana distinta a Venezuela; en esas realidades estos proyectos contribuyen notoriamente a masificar el conocimiento a las personas con poco ingresos.
Rubin está convencido que en Venezuela la realidad es distinta, hay dinero, ingresos per cápita altos, asociados al petróleo; existe un Estado que es un gran generador de dinero fresco en la calle y en donde los estudiantes ya han tendido es su mayoría el uso de alguna tecnología de la información, muchas de ellas incluso son herramientas tecnológicas y programas que requieren muchos recursos en el equipo.
“En nuestro país no vas a tener mucho éxito al ofrecer un Classmate, pues no aplica, un “chamo” de primaria que ya ha ido a ciber café o conoce un Cebit o un Infocentro, tiene un conocimiento de la tecnología que chocaría al momento de sentarlos a un equipo de cien dólares que no se adapta a la realidad del país”.
Rubin estima que en Venezuela se debe implantar otra estrategia que aproveche en buena medida lo que está haciendo el Gobierno y el capital privado, sectores que invierten dinero para desarrollar plataformas tecnológicas en las escuelas, las comunidades y en el desarrollo de redes inalámbricas gratuitas. Estas acciones, a decir del experto, han permitido que las tecnologías lleguen a las clases medias y bajas.
“La orientación debe ser fortalecer la aparición de industrias que puedan ofrecer productos adecuados a los ingresos de cada quien, pero adaptados al mercado; esta industria debe reunir tanto las propias iniciativas del Gobierno, con sus proyectos y las de los ensambladores locales; pero se deben desarrollar políticas gubernamentales, para fortalecer a las empresas; es decir que sea más viable ensamblar computadoras en el país que traerlas desde afuera…”
… “Hoy en día traes un PC ensamblado en cualquier parte del mundo o traes las partes y piezas para ensamblarlo en el país, y la carga impositiva de uno y otro es la misma. Es decir, pagas lo mismo si lo traes ensamblado o lo ensamblas en el país; paga lo mismo el que trae una caja o las empresas que tienen personal, cumplen las leyes del trabajo, paga sueldos, impuestos, INCE, Seguro Social, tienen una plataforma de trabajo, una estructura de distribución. En pocas palabras, la industria electrónica venezolana no tiene los mismos beneficios que pueden tener la automotriz, por ejemplo”.
Pero no sólo es ensamblaje de equipos, Rubin estima que iniciativas como el decreto 3.390 de migración al software libre no se ha podido desarrollar porque no hay una industria asociada del software libre. Cree necesario fomentar la aparición de empresas que generarían empleo, trabajo, y permitirían a los desarrolladores locales ampliar su oferta de productos a los consumidores.
MASIFICAR EL PORTATIL
Síragon no solo se limita a sugerir mejoras en el sector, también está trabajando en iniciativas para masificar el uso del computador; próximamente lanzarán al mercado un portátil popular, con al configuración necesaria para el trabajo y el estudio y la ahora elemental acceso a Internet.
También inició un acercamiento con tres universidades nacionales (UNEFA, UC y la UNERG) para desarrollar a mediano plazo cátedras prácticas dentro de la universidades y trabajos en las plantas de Síragon. Este proyecto es el llamado “ Universidad Siragon”, con el cual aspiran a masificar la mano de obra tecnológica, dar adiestramiento, preparar a las cooperativas, capacitarlas.
También prevén dar cursos de especialización o extensión, generar y retroalimentarse de conocimiento.

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