La televisión digital venezolana: ¿decisión ideológica o técnica?


La joven y poco probada norma China podría ser escogida por el gobierno en detrimento de europeos y japoneses




El año pasado ocupamos varias entregas de Tecnología en Criollo para hablar de la Televisión Digital Terrestre y la pronta definición por parte del Gobierno de un estándar para regir el futuro de la radiodifusión venezolana– se estimaba tenerlo definido en diciembre de 2007-. En aquellas entregas sólo nos ocupamos de hablar de las normas europea (DVB T/H) y japonesa (ISDBT/H); se omitieron los estándares americano (ATSC) y el chino (DMB-T) Éste último apenas acababa de ser aprobado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones como estándar de la industria.
La omisión no fue deliberada; según explicó el entonces ministro de telecomunicaciones e informática Jesse Chacón, ni estadounidenses ni chinos se habían presentando en Conatel para expresar su intención de hacer pruebas en Caracas - estación de Mecedores-.
Ahora la situación pareciera haber cambiado, el total hermetismo de parte de la actual ministra Socorro Hernández, quién solo se ha limitado a decir que siguen evaluado estándares hizo presumir que algo había pasado: ¿No hay negociación en relación a la transferencia tecnológica? nos preguntábamos los periodistas de la fuente de tecnología.
Las dudas se fueron transformando en rumores y estos en afirmaciones de algunas personas muy vinculadas con el proceso de evaluación de los estándares europeo y japonés: “los chinos se metieron, amparados en los negocios y una oferta de fábricas y decodificadores baratos, están entusiasmando al Gobierno”.
Si bien no puede haber una crítica sin sentido, sí se despiertan inquietudes sobre los patrones que el Gobierno está considerando para decidir cómo será el futuro de la televisión venezolana. En la intención gubernamental para la TDT (Televisión Digital Terrestre) se buscaba la tecnología que más garantías sociales ofreciera: masificación del mensaje, equipos baratos y de buena calidad, soporte y transferencia tecnológica y la tan nombrada democratización del espectro radioeléctrico.
Estas variables fueron expuestas y argumentadas por los contendores europeos y japoneses; cada uno señalaba que su tecnología era la mejor de todas. Los europeos garantizaban que la economía de escala de sus equipos, el poder de la industria móvil y el estilo de la televisión europea se acercaban mucho a los objetivos e intereses del Gobierno venezolano. Por su parte los japoneses apostaban a la alta definición, y al desarrollo de la tecnología independiente de algún operador “Broadcasting libre”.
TDT CHINA ¿caja de Pandora?
Hasta los momentos, el desarrollo de la televisión digital China es una caja de Pandora; son escasas las pruebas realizadas a la tecnología, es también inexistente o desconocido cómo será su sabor móvil, y mucho menos si los terminales serán económicos, atractivos y útiles para los usuarios.
El problema es que se desconoce cómo es la oferta China, a diferencia de europeos y japoneses, los chinos no han hecho pruebas públicas, tampoco han hablado con los medios de comunicación social, y la academia; por lo visto, sólo se han dedicado a hablar con él gobierno. Se está desconociendo que en una sociedad plural como la venezolana la opinión pública es importante en la toma de decisiones. Sería entonces una mala señal para el futuro de la televisión que el Gobierno Nacional tome decisiones en oficinas y despachos privados. ¿Así se decidirá entonces las concesiones y los contenidos de la televisión del futuro?
La crítica como tal, no se realiza a la tecnología, pues esta, como se he dicho se desconoce; la critica surge por la manera como se está manejando el tema de la televisión digital. Pasó de ser un tema abierto, de libre documentación para todos, a ser un tema secreto.
Lo alarmante de la situación, es que fuentes cercanas a Conatel aseguran que la decisión ya está tomada: las ideologías políticas, los compromisos económicos y las inversiones chinas en el país- se habla de más de 6 mil millones de dólares-, han inclinado, según estas fuentes, la balanza a favor de la norma China. Estas voces aseguran que en menos de seis meses se dará a conocer que el DMB es el estándar nacional para la televisión digital.
Las consecuencias de tal decisión se podrían medir a corto, mediano y largo plazo. Las interrogantes de seguro continuarán:¿Tendrán los chinos una oferta de terminales móviles?; ¿Qué ofrece la Televisión Digital Terrestre? Espero en lo personal que los chinos desvelen las bondades de su tecnología y acepten críticas y comentarios de los expertos y demás ciudadanos.
A saber…
En China hay otro estándar: el CMMB (China Multimedia Mobile Broadcasting) éste apenas fue lanzado comercialmente en Hong Kong en enero pasado y sólo ha logrado iniciar en octubre 2007 una sola prueba nacional.
Entre las promesas expuestas por China al país está el desarrollo de decodificadores por la mitad o menos del precio propuesto por europeos y japoneses, además de que ofrecieron toda la implantación digital a precios competitivos, por si fuera poco, prometieron instalar en el país una fábrica de decodificadores y de televisores para la televisión. El problema es que aún los chinos ni siquiera han terminado de definir y llegar a un acuerdo con la nación por el tema de las tres anunciadas fábricas de celulares, proyectos paralizados en su totalidad por falta de entendimiento en el tema de la transferencia tecnológica que el país requiriera.

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