Pero, más allá de las cifras, Facebook demostró que la ya simbiótica relación entre el hombre y las redes sociales, no son meras teorías. Sin embargo, su aporte va más allá, los alcances que tiene para mantener contactos, reencontrar amistades, amores y de crear pequeñas comunidades con gustos parecidos, aún no pueden ser medidos. Son infinitas las experiencias que Facebook ha traído para las relaciones humanas.
A pesar de su éxito ineludible, también se deben tener precauciones. En algún momento escribí que las redes sociales son una puerta abierta para el acceso a información crítica de las familias y las empresas. Ojo, no es paranoia, así como en Facebook u otra red social usted tendrá el acceso a información de miles de amigos, también debe asumir que ellos tendrán el mismo acceso a la suya. O lo que es peor, usted podría cometer el error de aceptar como amigo a algunos desconocidos, a un grupo X en defensa de una causa gusta. Cuando hace esto asume los riesgos, acceso a la información personal puede conllevar a violación de la privacidad o lo que es peor, propiciar actos delictivos como secuestros de hijos, desfalcos y otras acciones aborrecibles. Así que tenga cuidado.
Facebook, no es malo, ni es bueno, es simplemente una innovación maravillosa, que integra sin dudas a la gente, pero, que amerita límites y precauciones.
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