Jesse Chacón asumió oficialmente las riendas del poderoso ministerio de ciencia, tecnología e industrias intermedias. El "súper ministro" cómo lo llaman ahora algunos exfuncionarios del extinto ministerio de telecomunicaciones e informática, tendrá la responsabilidad de coordinar, dirigir y decidir todas las políticas de industrialización que el Ejecutivo está estimulando en los disímiles sectores de la electrónica, la industria de medicamentos e incluso la de vehículos.
De sus decisiones dependerá el impulso o retraso del país en todas las áreas donde tendrá competencias directas.
La principal estrategia del ministro será afianzar las alianzas con China, Brasil, Argentina, para la instalación de fábricas socialistas. Este método vendrá de la mano con políticas de estímulo a la industria local ubicando aranceles de 3% para la importanción de piezas y partes electrónicas y 40% para quienes importen equipos terminados ( se llegará en forma escalonada). Una relación de este tamaño puede ser beneficiosa, dicen algunos expertos, si vienen estructuradas con garantías a largo plazo, seguridad jurídica, oportunidades de mercado más allá de nuestras fronteras.
De no tener reglas de juego claras y de seguir la lentitud en el otorgamiento de divisas, las buenas intenciones que pueden impulsar la industrialización nacional, podrían generar un estancamiento y una especie de "auto bloqueo" de los venezolanos al acceso de tecnología de punta.
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