S.O.S. tengo talento ¿pa´ dónde cojo?

El artículo de la revista Newsweek “ The Bolivarian Brain Drain” (La fuga de cerebros bolivariana) de principios del mes de julio fue un tema considerado por los medios de comunicación social del país durante la semana pasada. Como es común la interpretación del artículo de Mac Margolis, se quedó en la mera crítica al Gobierno actual, y no profundizó en la verdadera raíz del problema: Nosotros.

En 2003, cuando trabajaba en la redacción del diario El Carabobeño, logré que el periódico se interesara en la consolidación de una sección de tecnología, la creación de un espacio para la ciencia y la educación. El objetivo, era buscar la producción local, ver y sondear a las universidades de la región central para luego tomar una conclusión de la viabilidad del producto editorial. La mayor sorpresa como venezolano y como periodista fue observar que muchos jóvenes hacían innovaciones en software, hardware, en adecuaciones de otras investigaciones para profundizar en ellas y hacer que mejoraran.

Mi sorpresa e ignorancia se transformó en impotencia, pues, ¿cómo era posible que una región, un país y una sociedad, desconocieran de entrada el potencial de sus mejores ciudadanos? Ni la prensa, ni la radio, tampoco los gobiernos locales, regionales o incluso nacionales habían considerado la importancia de estos muchachos. Era más importante, cómo lo sigue siendo ahora, la noticia política, la información alarmista, el suceso, la crisis económica, los precios del petróleo y por supuesto las acciones del presidente Chávez. Todos hechos noticiosos, que si bien merecen la consideración de todos los medios de comunicación social, suelen tener en Venezuela más del 80% de la cobertura informativa de los medios en general, el resto es farándula, deporte y “lo que salga”.

Sin embargo, la mea culpa no sólo es de los periodistas. Conversando con nuestro entrevistado de esta semana, el doctor César Peña Vigas, rector de la Universidad Tecnológica del Centro, me convencí, que toda la sociedad nacional ha tenido mucho que ver no por la fuga del talento, sino por la indiferencia que generó las condiciones necesarias para que cualquier país, que busca gente de avanzada las tome sin el menor reparo de nuestra tierra, en muchos casos, casi todos, sin hacer el menor esfuerzo.

“El talento siempre será tentado, no importa si eres chino, colombiano, iraní, estadounidense; siempre habrá gente y naciones dispuestas y ansiosas de tenerlos. Ellas las toman de dónde estén”. Comentaba el doctor, creador hace 30 años de una Universidad que ha tenido como premisa, formar gente con espíritu emprendedor.

Años atrás, conversé con el rector de la Universidad Simón Bolívar, Benjamín Scharifker. La autoridad indicaba que para que un talento, se sintiera motivado para quedarse en el país era necesario crear las condiciones para hacer de Venezuela un lugar adecuado para soportar ideas de avanzada. Comentaba que el capital de riesgo, ese dinero que debe arriesgarse en pro de una idea, asumiendo la posibilidad del fracaso, era prácticamente inexistente en nuestra tierra.

Ningún empresario, mecenas, está dispuesto a arriesgar dinero para creer en la idea de un joven; a ellos no les queda más remedio que irse del país a buscar suerte en otros horizontes. Además de medios de comunicación y empresarios, el gobierno es el tercer participante en esta sumatoria de meas culpas. Si bien se debe reconocer que esta administración ha creado leyes beneficiosas, como la Locti (Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología en Innovación) no es menos cierto que no ha tenido el suficiente buen tino de supervisar su cumplimiento. Muchas empresas consideran que la Locti es otro impuesto más, que cubren con cursos de capacitación a su personal, aulas virtuales y otro tipo de donación. Esta ley, tiene en sus postulados muchas claves para lograr las condiciones idóneas para la creación, la innovación y el desarrollo científico y tecnológico.

Pero esta no es la única falla del Gobierno, muchas veces el presidente Chávez ha argumentado que se financiarán proyectos que estén destinados a satisfacer las necesidades del país. Se obvia de entrada cualquier tipo iniciativa, que pueda salir de nuestro contexto actual. ¿Es que acaso las ideas innovadoras tienen fronteras o tiempo? Es cierto, hay necesidades, pero estas tampoco están siendo atendidas con la celeridad del caso. Impera la burocracia, el servilismo político, los intereses de grupos. Si por una parte el Gobierno motiva, por la otra desmotiva, pues el discurso condiciona las ideas.

¿Qué hubiesen hecho Sergey Brin y Larry Page, creadores de Google si hubiesen nacido en Venezuela? ¿A Mark Zuckerberg, creador de Facebook le hubiesen financiado el proyecto en una Universidad venezolana? Vayamos más allá, ¿Martin Cooper, creador del celular, hace 36 años, hubiese podido desarrollar su producto y hacerlo masivo, si la empresa donde investigaba se hubiese llamado PDVSA, CANTV y no Motorola? Seguramente todos estos talentos habrían emigrado para poder desarrollar su idea, pues aquí, “eso no era prioritario o estaba fuera de nuestra realidad”.

Los talentos, los emprendedores y los innovadores, tienen que tener un espacio preponderante en la sociedad. Una nación que respeta y genera condiciones para que haya más y más gente talentosa, es una sociedad que avanza.

Parte de esas condiciones, también tienen que ver con el beneficio económico; no es posible que el Gobierno indique que ser rico es malo y que los ricos sean tan mezquinos que los únicos que tienen el derecho de ser prósperos son ellos.

Cómo no mencionar nuevamente al rector Peña Vigas, quien recordó a Deng Xiaoping, cuando indicó que “la riqueza era gloriosa”. Una riqueza, bien ganada, claro está, con esfuerzo, con trabajo, con respeto y con apoyo. Es decir, con condiciones.

Es por eso, que limitar el tema de la fuga de talentos a una mera coyuntura política es burdo. El talento que se va, simplemente lo hace porque nuestra sociedad lo permitió y por lo que se ve, lo seguirá permitiendo. ¡Ojalá me equivoque!

Comentarios

Guarense ha dicho que…
Muy bueno su articulo. Yo soy diseñador de equipos electronicos (una rareza que en este pais alguien se pueda ganar la vida asi). Aunque yo le agregaria el problema que resulta el control de cambio para desarrollar un prototipo de lo que sea. Le plantie el problema al director del CENDIT, ya que tuvimos una entrevista en Caracas, me dijo que era poco lo que se podia hacer. Despues a semana me llamaron ofreciendome trabajo, pero no lo acepte porque vivo en el interior. Creo que hay cierta voluntad politica, pero no saben donde estan parados. Creo que es una mision dificil para un burocrata ser emprendedor porque son formas de ver la vida completamente opuestas.
Victor Guzmán ha dicho que…
Excelente análisis, muy cierto que nuestro entorno no favorece el emprendimiento en ideas innovadoras. Incluso nuestras universidades con carreras de tecnología nos forman para ser buenos empleados de grandes empresas. Lamentable pero aqui seguimos...

Saludos
Savi ha dicho que…
[va sin acentos una parte] Amigo, como dijeron tus entrevistados, y como uno de los que vivio en Venezuela, nadie se moviliza donde no prospera. El asunto es simple: El gobierno, desprecia el talento con o sin probidad [sic]. La causa de ello es Politica y Economica o viseversa. Como escribia hace poco a proposito de el desastre electrico: "El Jurásico duró del orden de 33.5 Millones de años, y en ese lapso todavía los Dinosaurios (Brachiosaurus, por ejemplo) no evolucionó mucho en el Triásico (Plateosaurus). Chávez, desea hacer el "Hombre Nuevo" y vá a necesitar unos 50 mil millones de años, para formar el Chavesaurus, que es un Pitecantropus pero nuevecito pues, pero desde el mismo principio de la era Messozoica.

Con los niveles de salud, educación, deterioro del ambiente, la economía y sobre todo la pobre compresión de la realidad, es posible que eso pueda ser en lapso. 10 años no son nada. La involución que inspira su revuelta, requiere mucho tiempo. Generaciones! El es como un gran escultor, y de el hombre de hoy al mono, falta un poco menos 6 mil millones de años. Pero el quiere ir a los orígenes! Sin ninguna fuerza externa que nos conduzca. El clama colectivos biológicos para su epopeya involucionista. Nos reclama como especie, no como seres humanos. Tendría el más endogámico- no endógeno- de los desarrollos: Un homínido sin interacción con sus semejantes vecinos: "El Hombre Nuevo"
Ese es el camino que nos tiende Chavez. Mis respetos y mis saludos,

Savi Vila, Ph.D.