Demuestran efectividad de los celulares para el tratamiento de enfermedades


John D. Piette
Los teléfonos celulares pueden contribuir a un manejo interactivo y eficiente en términos de costo de las enfermedades crónicas entre las poblaciones más pobres en áreas rurales, según un estudio de la Universidad de Michigan, realizado en zonas pobres de Honduras entre enfermos de diabetes. El estudio incluyó supervisión a distancia y chequeo médico a través de los celulares



Un nuevo estudio realizado por el Sistema de Cuidado de la Salud de Asuntos de Veteranos (VA) en Ann Arbor y la Universidad de Michigan indicó que los teléfonos móviles podrían ayudar a pacientes de bajos ingresos en todo el mundo en el manejo de la diabetes y otras enfermedades crónicas.
“Los programas de ‘telesalud’ han demostrado su gran eficacia en una variedad de contextos, pero una de las limitaciones principales para la provisión de estos servicios en el mundo en desarrollo ha sido la falta de infraestructura”, dijo el autor principal del estudio John D. Piette, un investigador científico de VA y profesor de medicina interna en la Escuela de Medicina de la UM.
Para este estudio los investigadores aprovecharon la amplia penetración de la telefonía celular en América Latina y la compararon con las llamadas telefónicas de bajo costo por Internet. El servicio usó un método de enlace de computadora a través de la “nube” de forma que el programa pueda proporcionarse desde una ubicación central a los países de bajos ingresos en todo el mundo que carecen de una fuerte infraestructura tecnológica.
 Para probar el sistema los investigadores enrolaron a pacientes con diabetes en una clínica de un área rural de Honduras. Los pacientes recibieron llamadas telefónicas semanales, automatizadas e interactivas, y en su gran mayoría dijeron que el programa les había ayudado a mejorar su manejo de la diabetes y el cuidado general de la salud.
En el período de seis semanas del estudio los investigadores apreciaron una mejoría clínica importante en la hemoglobina A1C de los pacientes, una medida que sirve para el control del azúcar en la sangre. Los resultados se publicarán en la edición de junio de la revista American Journal of Preventive Medicine.
“Queríamos demostrar que es posible proporcionar un programa de alta tecnología desde la UM a pacientes muy vulnerables con diabetes en Honduras que sólo cuentan con el servicio de telefonía celular local”, dijo Piette. El mundo en desarrollo encara una crisis de enfermedades cardiovasculares a medida que las “comidas rápidas” se propagan por todas partes y la población se traslada a centros urbanos y adopta estilos de vida modernos con menos actividad física.
Se calcula que, en todo el mundo, el número de personas con diabetes pasará de los 285 millones a unos 439 millones en 2030.




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