G8: Internet libre y protegido ¿Contradicción?


Mark Zuckerberg, fue la vedet del encuentro

El encuentro de los presidentes y jefes de gobierno de los 8 países más industrializados del mundo y Rusia con la dirigencia de las principales redes sociales y servicios de Internet arrojó pocos resultados concretos, más allá de las buenas intenciones para salvaguardar los derechos de autor, tanto Gobiernos como empresarios acordaron que Internet debe ser un mejor sitio para el trabajo de los ciudadanos, sus negocios y sus intereses políticos

 Heberto Alvarado Vallejo

Armisticio y protección mutua. Esta puede ser la conclusión que podemos considerar de la histórica cumbre del G-8 realizada la pasada semana en Francia; la primera que tuvo a internet y su impacto socio-cultural en el centro del debate político de las más poderosas naciones del mundo.
Y es que el encuentro de cúpulas no pudo sino terminar en armisticio, cada quien cuidando sus espacios y reforzando el centro de su interés; por una parte, los estados, reconociendo el histórico momento que vive la red, dado su impacto en la “Primavera Árabe”, se cuidaron las espaldas. Reconocieron el rol protagónico que tiene la naciente sociedad del conocimiento como eje conductor de nuevas políticas; pero dejando claro que mucha libertad puede terminar en anarquía.
Por su parte, el llamado e-G8, integrado por los dirigentes de las redes sociales y servicios de Internet más dominantes del mundo, se estrenaron como representantes de un movimiento social que difícilmente puede definirse, pero que cambia radicalmente los preceptos geopolíticos.
Ver a Mark Zuckerberg, estrechando las manos con el primer Ministro Británico, David Cameron, con el presidente Barak Obama, con Angela Merkel, o Nicolas Sarkozy, sin dudas es un escenario que poco a poco será más repetido.
Pero más allá del impacto mediático de tal reunión, los resultados fueron poco menos que relevantes. Más allá del enroque lógico que ambos lados exhibieron en Francia. Por una parte el –eG8 exigió más libertad de la red, pero condicionó este derecho a las violaciones a la propiedad intelectual y los ilícitos que esto ocasiona.
A sabiendas del enorme negocio que viene con el entretenimiento en tiempo real, y la información como capital en la era digital, la cúpula de internet exigió medidas concretas para proteger estos derechos; a cambio atendieron las peticiones de los gobiernos, temerosos que la “Primavera Árabe” termine por generar un efecto dominó, incluso en naciones democráticas. Un justo equilibrio, que ellos mismo reconocieron será difícil de alcanzar.
Donde sí pareciera haber un avance serán en las sanciones a los ilícitos cibernéticos. Los delitos, parecieran serán atacados con más fuerza, incluyendo aquellos que promuevan la violación de derechos de menores de edad.

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