Heberto Alvarado Vallejo
Un reinado que quería reaccionar ante el feroz ataque de dos rivales norteamericanos: Google y Apple, que, para aquellos años, no eran ni una fracción de lo poderosos que son en el presente. Lo que no sabía Nokia, es que su imperio, que llegó a posicionarse del 50% del mercado mundial de teléfonos celulares, estaba herido de muerte.
El evento, no fue histórico por lo apabullante, lo fue porque fue un grito desesperado de Nokia para hacer de su sistema operativo bandera Symbian, se revitalizara en el mercado móvil, el cual migraba aceleradamente a una nueva filosofía, orientada en pantallas gigantes, poco esfuerzo por el diseño y muchas, muchísimas aplicaciones.
Un negocio que migraba, no necesariamente para una mejor oferta de valor. Se transformó en uno dependiente del software, de la oferta de valor ligada a dicho software y del desarrollador de aplicaciones, virtudes que terminaron siendo fundamentales para los teléfonos, menos de una década después.
Vuelvo a leer la nota que publiqué en aquel momento y me sorprende el desespero de Nokia que no vio las señales y que quiso venderse como una marca competitiva, capaz de competir contra Google y Apple.
“Hoy día Symbian tiene una participación de mercado del 46.6%, se utiliza en más de 150 millones de dispositivos, lo ofrece Nokia, Samsung, Lenovo y LG y se vende a más de 200 operadores en el mundo”. David Rivas, vicepresidente de gestión de tecnología (2008)
Uno de los grandes anuncios que Nokia realizó en Finlandia tuvo que ver con el cambio que darán a la plataforma Symbian. El primer paso será la adquisición total de la compañía, compra que se hará en 4º trimestre de este año. Posteriormente, sus versiones S60 y el Symbian OS junto a UiQ y MOAP (S), pasarán a ser plataformas totalmente libres, paso que darán en el primer semestre de 2009.
Nokia intentaba abrir la puerta de su sistema operativo y tener pleno control sobre él. Al hacerlo, querían seducir a la comunidad de desarrolladores y empresas a crear versiones de las aplicaciones que ya estaban creando para Android y iOS.
Eso sí, cada interesado, debía cancelar a Nokia $1500 para tener acceso al kit de desarrollo sobre Symbian.
El tiempo habló por sí solo. Nokia no comprendió que Symbian había cumplido una etapa. En lugar de hacer una transición hacia MAEMO, otro sistema operativo de la compañía, siguió estirando el tiempo de vida de Symbian.
Cuando Nokia lanzó OVI, su tienda de aplicaciones en 2009. Intentó emular el éxito que ya comenzaban a tener sus rivales. Recuerdo el lanzamiento de N-97, un teléfono multimedia que quiso competir con los recién llegados iPhone de Apple y con la inmensa comunidad de marcas y desarrolladores que estaban trabajando con Google y su Android.
Con el tiempo MAEMO, el software que usó Nokia para sus teléfonos con acceso a internet que competían más con las PALM y el PALM OS, pudo ser la salvación de la marca. Al igual que Android y el iOS de Apple se basaba en Unix, el sistema operativo creado en los 60, padre del cómputo personal del presente.
Pero Nokia, en lugar de apostar a MAEMO y seducir a desarrolladores y fabricantes asiáticos, decidió fusionarlo con Moblin, un sistema operativo, también basado en Linux, impulsado por Intel en sus esfuerzos por crear un ambiente para el cómputo móvil y otro fracaso histórico: “las netbooks”.
De la fusión surgió MeeGO. Y de allí poco o nada.
En los próximos 6 años, contando desde 2008 a 2014 Nokia dejó de ser el referente mundial de los teléfonos móviles y multimedia cuando vendió la división a Microsoft, que en lugar de potenciar MAEMO, siguió apostando a Windows.
La corporación finlandesa, amante del software de código abierto, que creó una comunidad fascinante de desarrolladores de software, entregó su división de móviles a un rival que ofrecía una filosofía distinta: el licenciamiento.
Recuerdo esa parte de la historia y cómo se marcó el fin de una cultura de movilidad y me sigue generando algo de estupor. No por ser seguidor de los sistemas de código abierto o licenciado, si no porque se cerró la puerta más importante para crear un Tercer Ecosistema Móvil, que ha sido muy necesario durante la década del “Imperio de Google y Apple”.
No dejo de pensar que Finlandia, un pequeño, pero estable país, estaba tan orgulloso de su marca emblemática, durante mis escasos días en Helsinki no hubo un celular distinto a Nokia en manos de los fineses. Nokia representaba casi el 4% del PIB finlandés.
Tampoco en los desarrollos futuros de la industria móviles finesa, que consolidó, grandes aplicaciones muy exitosas en Android y iOS como Angry Bird de Rovio y Clash of Clan, de Super Cell.
Ahora, viendo el camino recorrido, estoy convencido que Finlandia y toda Europa, perdieron una oportunidad dorada para competir en un mercado lucrativo que generará más de $200 mil millones en ingresos en 2024 y que alcanzará un valor de 536 mil millones de dólares solo por venta y comercialización de aplicaciones. Sólo dos compañías se hacen con la torta: Apple y Google.
LA PRETENSIÓN DE HUAWEI
Si bien el contexto es diferente, la marca es diferente y las naciones son totalmente diferentes, el panorama para Huawei es especialmente complejo. Con la llegada oficial de su HarmonyOS NEXT el gigante chino espera mantenerse vigente como un oferente de tecnología móvil y competir contra “sus rivales occidentales” cómo define a los gigantes estadounidenses.
Y si bien HarmonyOS NEXT tiene virtudes muy seductoras, porque ofrece un ambiente totalmente distinto a Android y a IOS, deberá competir contra toda una industria que tomó pleno control del mundo móvil hasta el punto que orientan y definen su evolución.
Lo poco que he visto de HarmonyOS NEXT me trae recuerdos de un poderoso sistema operativo del pasado, el BlackBerry OS 10. Un producto estable, robusto, dinámico, pero que sucumbió ante los errores de la recordada Research In Motion (RIM) el gigante canadiense que también falló en su intento por consolidar un tercer ecosistema. De ellos, escribiré en otro artículo.
No veo, a primera vista, problemas en HarmonyOS NEXT. Siento que como sistema operativo tiene para competir, incluso rivalizar y ponerse por encima de Android de Google y posiblemente de iOS.
Tampoco es una tarea muy difícil. Tanto Google como Apple han tenido éxito en una industria que está estirando su necesaria evolución. El ecosistema que han consolidado amparado en las aplicaciones tecnológicamente está superado. Sólo sobrevive porque el negocio es altamente rentable del cual se sustentan millones de personas en el mundo..
El “imperio de las apps” continuará por mucho tiempo más y serán las acciones que tomen estas mega corporaciones las que determinen el camino a seguir.
Google y Apple que lideran el mercado de aplicaciones, entendieron que el mejor camino a seguir en la evolución móvil, era la Inteligencia Artificial. Con la IA Generativa y los ya famosos Lenguajes Grandes, han logrado revitalizar el negocio con funcionalidades, cada vez menos ligadas a las apps, pero si al hardware. Eso sí, sin descuidar el negocio de los marketplace, vital para la rentabilidad de las enormes inversiones que están realizando.
HarmonyOS NEXT y Huawei deberán hacerse atractivos para que los desarrolladores de aplicaciones apuesten por su oferta de aplicaciones. Hasta ahora, la tarea ha sido lenta: el sistema operativo de Huawei solo ha consolidado unas 10 mil aplicaciones, cifra insignificante si se compara con las 2.7 millones de apps disponibles para Android y las 1.8 millones disponibles para iOS.
La oferta es escasa y sería un esfuerzo perdido tratar de seducir a los desarrolladores claves, no chinos, de trabajar en contenido adaptado para HarmonyOS NEXT.
La apuesta para Huawei estará sin dudas en los desarrollos propios, las alianzas con gigantes del software locales como Tencent, Alibabá, Byte Dance entre otros y en la evolución de su “PANGU” su modelo de Lenguaje Grande con el cual aspira a competir frente a Chat-GPT, Gemini y Apple Intelligence
Además de enfocarse en la productividad, la seguridad y estabilidad del sistema operativo, Huawei deberá apostar a algo más que el nacionalismo para que los dispositivos que se lancen con HarmonyOS NEXT sean competitivos, en el mercado local.
Huawei, luego de las sanciones de 2019, cuando la administración TRUMP vetó a Huawei por plagio de tecnología estratégica para la industria móvil, incluyendo redes 5G y el chip Kirin, Huawei vio reducida su participación de mercado.
El resurgir chino de Huawei se inició el año pasado con el Mate 60 y la línea Pura. Sin embargo, sigue lejos de ser líder, incluso dentro de China. En su país, el gigante tecnológico debe rivalizar no sólo contra sus “contendores occidentales” representados por los iPhones. También debe hacer frente a marcas chinas que han evolucionado de forma extraordinaria, como Oppo, Vivo, Xiaomi o One Plus.
Estas corporaciones, mucho más pequeñas que Huawei, no tienen restricciones con sus chips. Trabajan actualmente con la última tecnología de Qualcomm y sus Snapdragon y los Mediatek de Taiwán. Ambos fabricantes de chips, ofrecen ya silicios construidos bajo arquitectura de 3 nanómetros igual que Kirin 9020 disponible en el Mate 70 con el que debuta Harmony OS.
En funcionalidad, prestaciones y capacidades de procesamiento, en teoría, la ofertas son similares. La diferencia estará centrada en cómo Huawei hace atractivo su nuevo y joven ecosistema dentro de su mercado.
Una tarea que necesitará más que patriotismo para hacer victoriosa a Huawei. Sobre todo porque el consumidor chino tiene un abanico de opciones enorme. En el tiempo presente, ningún smartphone que se ofrezca ignora los gustos de los consumidores chinos.
Apple y Google han demostrado a lo largo de su imperio que China y sus mil millones de usuarios de smartphones son fundamentales, para vender teléfonos y sus ecosistemas. Un mercado enorme, con usuarios cada vez más exigentes y que han apostado a Apple, más que a cualquier otra marca local o extranjera.
Apple tiene cerca del 25% del mercado chino, con sus productos Pro MAX, los más costosos de la oferta anual de iPhone. Son frecuentes las visitas de Tim Cook a China. El líder Apple se reúne con autoridades, socios de negocios y más de una vez se ha dejado ver en las tiendas emblemáticas de Shangai o Shenzhen.
Apple ha sabido entender al consumidor chino y por ello garantiza la distribución y entrega de los terminales a tiempo. Para cumplir con las fechas de inicio de ventas.
En esta materia Huawei tiene fallas que resolver que quedaron en evidencia con el lanzamiento de un Smartphone plegable, el MATE XT, el cuál se lanzó en paralelo al iPhone 16.
Aquellos consumidores que decidieron apostar por el nacionalismo e invertir casi 3 mil dólares en el primer Smartphone con tres pantallas salieron desilusionados. Huawei no tenía stock suficiente, ni capacidad para saciar la demanda en un tiempo prudencialmente atractivo.
Pero, además de estos elementos. Huawei necesitará de un mercado global que respalde su negocio. El fabricante chino tiene serias limitaciones para colocar su catálogo de dispositivos en mercados claves, con alto poder adquisitivo.
En 2023 se distribuyeron aproximadamente 36,8 millones de smartphones Huawei en todo el mundo. Un aumento del 31% en comparación con 2022, pero bajo, si se compara con los números de 2020. Antes de verse el efecto de las sanciones las ventas superaron los 200 millones de unidades
¿Qué pasaría si se incrementan las sanciones? ¿Qué pasaría si se pone bajo la lupa el desarrollo del Kirin 9020 y se sanciona a quienes vendan los Smartphone con este chip de 3 nanómetros?
Detrás del éxito de HarmonyOS Next hay muchas interrogantes que pueden afectar o minimizar el impacto de este sistema operativo. Además, HarmonyOS Next y Huawei necesitarán una base de usuarios sólida que haga rentable la evolución del sistema operativo.
LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Estoy convencido que las oportunidades de Huawei de consolidar un tercer ecosistema móvil estarán centradas en el desarrollo de apps y servicios amparados en la Inteligencia Artificial y un hardware dinámico que facilite el uso de dichas herramientas.
Pero para hacerlo deberá competir internamente con sus pares chinos que ya comienzan a colocar IA Generativa en sus Smartphone y claro está Apple, que tendrán en 2025 un año muy bueno pues se verán las verdaderas ofertas de su Apple Intelligence.
Tanto Google, como Apple, OpenAI, están trabajando e invirtiendo miles de millones de dólares en la evolución de sus modelos de lenguaje grande. La propuesta siguiente es la IA con razonamiento, que será mucho más predictiva que la actual IA Generativa, permitirá que el software no sólo sea predictivo, tomará decisiones sin tantos parámetros como los humanos.
En esa evolución,que aterra y emociona a la vez, están en el foco de los grandes capitales del mundo. Son miles de millones de dólares que están invirtiendo y si bien Huawei y la industria China tiene alguna posibilidad de emular lo hace Occidente, la apuesta sería arriesgada incluso para el Estado chino, decidido a subsidiar a sus grandes empresas para ganar la carrera tecnológica a Occidente.
Una inversión que Estados Unidos y sus empresas están haciendo en todos los frentes. Incluyendo el de chips, donde Nvidia ha consolidado su liderazgo mundial y otras empresas como Qualcomm, AMD y Apple también sacan ventajas a la tecnología de Huawei.
Es complejo que el Gigante Huawei logre consolidar un negocio rentable si no tiene un ecosistema global y el respaldo de China y las otras marcas que actualmente utilizan Android.
Los Oppo, Vivo, Xiaomi, Realme, OnePlus, Honor, entre otras marcas, tendrían que apostar igualmente a Harmony OS para que el Sistema Operativo tenga un impacto relativo.
La tarea de Huawei será muy complicada, pero no tiene otra opción. Es la única vía para competir en un mercado atomizado en dos sistemas operativos, que dominan el mercado y que han creado una cultura de consumo muy lucrativa y quieren alargar.
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